por Claudine | 6 Jun, 2018 | Salud
La etapa adolescente comienza alrededor de los 12 años en las niñas y de los 14 años en los niños. Debido a los cambios físicos y psíquicos que se producen en estas edades, las necesidades nutricionales cobran gran importancia, al incidir directamente en el crecimiento y en la maduración sexual.
Necesidades comunes en chicos y chicas:
- Grasas de calidad: aceites de buena calidad, frutos secos, semillas, aguacate… Son esenciales para su sistema nervioso, y también porque la producción hormonal se basa en el colesterol. Así que hay que procurar que ese colesterol sea de buena calidad.
- Postres naturales: caseros y con ingredientes naturales.
- Recetas ricas y variadas: es importante que les guste.
El yin y el yang
Basándonos en la medicina tradicional china, se distinguen dos energías que se complementan y que deben estar equilibradas para mantener una buena salud. Estas son el yin y el yang. Cuando estas energías se liberan en el organismo humano, la yin es calmante y refresca los órganos. La yang es estimulante, tensa y genera calor.
Las mujeres somos yin por fuera y yang por dentro (nuestra energía está en nuestro aparato reproductor). En los hombres es al revés, son yin por dentro, y por eso si recordamos que la energía yin es más calmante y refresca los órganos, ellos suelen reclamar alimento más denso. Ellos son más fans del chuletón y a nosotras nos suele saber igual de rico a veces un plato de verdura. ¿Lo entiendes ahora?
Explico esto primero para que entiendas que hombres y mujeres somos distintos y tenemos necesidades diferentes. Transladando esto a la adolescencia, los chicos están mucho más yang que las chicas, debido a que en esta etapa aumenta de forma considerable su producción de testosterona (hormona muy yang que les tensa mucho). Las chicas están más relajadas. Tienen una subida hormonal que son los estrógenos, pero esta es una hormona yin.
La nutrición más adecuada para los chicos:
Después de haber explicado los conceptos yin y yang, entenderéis mejor las necesidades nutricionales que tienen. Los chicos adolescentes necesitan más alimento animal (mejor queso o huevo que carne), más pan (integral y de calidad) y más sal. La clave
está en acompañar siempre con verduras, para relajarse y para compensar ese yang tan potente que llevan los chicos. Porque si no se irá al alcohol, las drogas, los porros, para relajarse. También es importante que beba más líquidos. No solo agua, sino también zumos naturales, sopas e incluso alguna cervecita de vez en cuando 😉
La nutrición más adecuada para las chicas:
Al contrario que los chicos, por todo lo anteriormente explicado, las chicas necesitan menos alimento animal, menos pan y menos sal. Si toman mucha carne, queso y huevos, tarde o temprano tendrán problemas en su aparato reproductor, como ovarios poliquísticos, reglas dolorosas y abundantes, etc. Una chica adolescente no puede tomar este tipo de energías porque ya las tiene. Si se la damos, le estamos sobrecargando su energía femenina, y como consecuencia se tirará al chocolate, la cocacola, es decir, a alimentos refinados, dulces, alcohol, etc., algo que le relaje inmediatamente. ¿Qué debemos darle entonces? más alimentos del mundo vegetal, más legumbres, tofu, tempeh, y también líquidos. Ideales las sopas.
Espero que te haya quedado claro. El tema es un poco más complejo, pero he intentado sintetizar, y lo que nos interesa está. Si tienes un adolescente en casa, ya sabes, ayúdale a equilibrar sus energías, dale lo que necesita y fuera todo aquello que le hace mal. Ah y para ti una gran dosis de paciencia. Pensaré en una receta de sopa para padres de adolescentes 😉
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¡Hasta pronto!
por Claudine | 9 Ene, 2018 | Salud
¿Es posible que lo que comemos pueda tener un impacto en nuestra inteligencia, nuestra capacidad de analizar, de razonar, en la toma de decisiones, en nuestra capacidad de memorizar, en la capacidad de aprender cosas nuevas, y en el estado de ánimo? Pues sí, la investigación reciente ya demuestra el increíble impacto que tiene.
Hoy se sabe que existe una relación directa entre la falta de concentración, la capacidad de análisis, la somnolencia, la pérdida de memoria, la capacidad para aprender, la ansiedad, la depresión, la irritabilidad, la fatiga y el insomnio, por no seguir una nutrición adecuada.
- Equilibrio de la glucosa: El ser humano utiliza como carburante la glucosa. El cerebro tolera muy mal la subida brusca de glucosa con la consiguiente bajada brusca debido a la insulina. Y eso produce falta de concentración, pérdida de memoria e irritabilidad. El cerebro necesita un nivel constante de glucosa en la sangre. Esto se consigue con hidratos de carbono que vayan liberando el azúcar de forma progresiva (los carbohidratos complejos). Las proteínas cuando se añaden a los hidratos de carbono favorecen que esa glucosa se vaya liberando de forma más lenta.
- Todo lo que es integral es superior desde el punto de vista de vida mental, a lo que es procesado. Por ejemplo, el arroz integral tiene fibra, vitaminas, minerales y almidón, pero el arroz blanco solo tiene almidón.
- Los vegetales son las mejores fuentes de carburante para el cerebro, porque liberan el carburante de forma lenta y progresiva. Nos cuesta creer que son una fuente de azúcar porque no están dulces.
Y también las frutas de bajo índice glicémico (las que son fructosa que poco a poco se convierte en glucosa): kiwis, naranjas, peras y manzanas. Pero además todos estos alimentos son ricos en B1, B3, B5, ácido fólico y magnesio. Lo ideal es tomar frutas y vegetales 5 veces al día.
- ¿Y qué pasa con la grasa? ¿es tan mala como creemos? ¿Hay que evitarla 100 por 100? Si a un cerebro humano le quitamos el agua que tiene, el 60% es grasa. ¿Entonces? Pues lo que tenemos que ver es qué tipo de grasa es buena. La carencia de ciertas grasas, no solo afecta a la inteligencia, sino también al estado de ánimo, trastorno de déficit de atención, depresión, fatiga, problemas de memoria y dificultad para el aprendizaje.
Hay varios tipos de grasas: saturadas, monoinsaturadas y colesterol, que las fabrica el cuerpo. Pero hay las llamadas poliinsaturadas que no las forma el cuerpo, hay que tomarlas a través de la alimentación. Otras como los fosfolípidos sí las fabrica el cuerpo pero con complejidad. Convendría añadir suplementos. Son muy abundantes en los huevos.
El cerebro de una neurona (el micro cerebro neuronal) es la membrana, y esta membrana está formada por grasa. Esto explica lo que influye la ingesta de grasas en nuestro estado mental, y también en el sistema nervioso, debido a la mielina que envuelve a los nervios.
Los ácidos grasos esenciales son los que hay que tomar de fuera porque no los fabrica el cuerpo. Son básicos para que se formen las prostraglandinas, que son unas hormonas que relajan los vasos sanguíneos, con lo cual, reducen la tensión arterial. Además reducen la inflamación cerebral. También potencian el sistema de defensa, y además regulan los neurotransmisores.
Se deben consumir omega 3 y omega 6; ¿Y dónde están esos omega 3 tan importantes para nuestra vida mental?
Están en los arenques, las caballas, el atún y el salmón. También en los huevos y las nueces.
Se deben tomar al menos 3 huevos a la semana (cuanto más fritos más te cargas los omega), y al menos una ración de pescado a la semana. También están estos ácidos grasos esenciales en las vísceras y en la lecitina (5.000 mg/día).
- ¿Por qué son tan importantes los aminoácidos? Porque son la base de los neurotransmisores del cerebro.
El triptófano es la base de la serotonina (hormona que genera un sentimiento de bienestar y felicidad). Pero también de la dopamina (hormona que se pone en marcha cuando tú quieres hacer algo, es lo que te empuja a la acción).
- Los cinco nutrientes inteligentes: magnesio, hidratos de carbono (saludables como avena, cereales integrales, trigo sarraceno, legumbres, guisantes y aceite de oliva), fósforo, vitamina B6 y B12, y el zinc, constituyen la base de las enzimas. Sobre todo el manganeso y el zinc. ¿Dónde están sobre todo? En los granos, las semillas, los vegetales, las nueces, etc.
- Es muy importante consumir ácido fólico, que está en los vegetales verdes. La que no está en los vegetales es la vitamina B12, pero está en los pescados, en los huevos, en la carne y en la leche.
- La vitamina C también es muy importante en la transmisión nerviosa, y está en las frutas y en los vegetales.
- La vitamina E es un antioxidante. De los mejores antioxidantes están las frutas de los bosques y el té.
Olvídate de las grasas trans (grasas hidrogenadas), no son buenas para el cerebro.
Y para terminar, cuidar el nivel de estrés con ejercicio físico, buenas conversaciones, humor, ejercicios de relajación,

porque el cortisol que se libera en el estrés, y el glutamato, que es un transmisor activador que se libera en el cerebro, tienen la capacidad de dañar neuronas.
Resumen:
Cuidando lo que comes, cuidas como piensas, cuidas como sientes, y también lo que eres.
Espero que esta información te sea de ayuda y te sirva para concienciarte de la gran importancia que tiene alimentarse bien, más allá de tener una buena forma física. No olvides seguirme también en Facebook, Twitter, Instagram o puedes suscribirte al canal de Youtube. Comenta, pregunta o hazme cualquier crítica, porque así crecemos juntos.
Hasta pronto y feliz comienzo de año con muuuucha salud 🙂 🥂
por Claudine | 25 Sep, 2017 | Salud
El colesterol se ha convertido en negocio y engaño de las farmacéuticas y de las
empresas alimenticias. Son ellas las que deciden qué producto debemos comprar prometiéndonos que es el mejor para nuestra salud, mientras se enriquecen a nuestra costa y a nosotros, por el contrario, nos vacían los bolsillos y nos enferman. Respecto al colesterol, nos dan medicamentos para bajarlo, o en su defecto, el “Danacol” de turno que mantiene el colesterol a raya. Pero ¿qué mentira se esconde detrás de todo esto?
Hay dos tipos de colesterol, el endógeno que fabrica el cuerpo y el exógeno que tomamos a través de la alimentación. Si producimos mucho no hace falta ingerir mucho y viceversa. El colesterol está presente en todas las células del cuerpo, y sin colesterol no hay vida. El 75% del cerebro es grasa, del que 25% es colesterol. Los médicos de cabecera siempre aconsejan bajar el colesterol. Esto es un error. Además en la mayoría de los casos no tienen el dato real del paciente porque los análisis solo miden el colesterol en el plasma sanguíneo, que sería solamente el 8%. El 10% del colesterol se produce en el hígado.
Del colesterol que tomamos en la alimentación asimilamos lo que el cuerpo necesita. Lo que no, lo expulsamos a través de las sales biliares en la defecación. Y no existe una relación directa entre el colesterol ingerido y el colesterol en la sangre.

¡Cuántas veces nos habrán dicho lo peligroso que es comer más de 3 huevos a la semana! Falso mito.
Dicho esto, el colesterol alto por sí solo no es un factor de riesgo cardiovascular. Lo sería tener predisposición genética, fumar, tener el HDL(colesterol bueno) bajo, etc. Un dato curioso es que el 75% de los infartos tienen su colesterol por debajo del máximo.
Las estatinas son un negocio de las farmacéuticas. Inhiben la producción de colesterol y son antiinflamatorios naturales. En la mayoría de los casos es innecesaria, pero claro, da dinero y es lo que importa. Y la industria alimentaria no se queda atrás y saca su “medicamento” que son los esteroles. Estos inhiben la absorción del colesterol. Añaden fitoesteroles al yogur, salsas, sopas, etc. Pero la cantidad es mínima en el caso de que quisiéramos beneficiarnos de este efecto, que para colmo es negativo porque los esteroles inhiben la absorción de vitamina A.
¿Entonces?… Vivimos equivocados y engañados temerosos del colesterol que tanto se ha demonizado, y sin saber que no nos mata el colesterol sino la inflamación, y el principal causante es… ¡tacháaan!…
El azúcar. Otro gran negocio de la industria alimentaria.
Comemos más azúcar de la cuenta. En España en 2.003 se dijo que estábamos moderando el consumo de azúcar, pero es falso. Del 75% del azúcar que consumimos no somos conscientes.Casi todos los productos tienen azúcar. Hasta en los productos que indican sin azúcar añadido, tienen azúcar en su listado de ingredientes.
El azúcar es un producto altamente procesado. El azúcar moreno no es más inofensivo, es azúcar blanca con melaza, que como curiosidad te diré que la melaza se usa para engordar el ganado.
El azúcar genera endorfinas en el cerebro. Nos hace sentir bien. Muchas veces me he preguntado porqué me gusta tanto el susi. En 1 kg de arroz de susi hay medio kg de azúcar. Ahora ya lo sé 😉
La sacarosa es una molécula compuesta por glucosa y fructosa. Nuestro cuerpo utiliza la glucosa como energía, la absorbe de manera inmediata. La fructosa se metaboliza más lentamente en el hígado. Así que del azúcar de la fruta tampoco hay que abusar, al menos si tu intención es perder peso.
¿Por qué poner azúcar en todo, además del efecto opiáceo que nos empuja a consumir más y más favoreciendo a la industria alimentaria? Pues también sirve como conservante, así que aunque en muchos productos ponga sin conservantes, ya ves que es mentira, llevan azúcar. También tiene un componente estructural, le da una textura a la bollería incomparable.
Problemas de salud asociados al azúcar:
Inflamación crónica.
Suprimir el sistema inmunológico, con las consecuentes infecciones y enfermedades asociadas que ello conlleva
Envejecimiento prematuro
Cáncer del pecho, de los ovarios, de la próstata, y del recto
Menor absorción de calcio y de magnesio
Hígado graso
Diabetes
Fatiga
Disminución de energía y capacidad de construir músculo
Enfermedades cardíacas
Enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa
Osteoporosis
Infecciones por hongos o candidiasis
Depresión
Enfermedades dentales y de las encías, etc.
Por último, no quería dejar de señalar la importancia de
la educación a los niños. Enseñarles a leer etiquetas, que sepan lo que comen, y predicar con el ejemplo. Ellos harán lo que vean. Debemos ayudarles a crear
hábitos saludables. Que los niños se contagien de los mayores y viceversa, es una buena forma para que
toda la familia esté motivada y
en el mismo barco. Se puede probar a hacer diferentes recetas de verduras que sean atractivas y sabrosas, y tanto de fruta como de verdura ir incorporando nuevos sabores poco a poco.

El primer día puede que rechace el kiwi, el brócoli o el pimiento, pero insistiendo y mezclándoselo con otros sabores que le guste más, acaba por caer en las redes de la dieta vegetariana. Y un día de fiesta, se le premia con una “chuche”. No es tan difícil como parece, y sí es más importante de lo que creemos.
Somos lo que comemos, lo que absorbemos, y debemos esforzarnos por estar informados, por educarnos, y no dejarnos llevar por los intereses de otros. Nadie velará por tu salud si no lo haces tú. A mí me tocó ponerme las pilas cuando no me quedó más remedio, y es verdad que nunca es tarde. Pero no esperes a que salten las alarmas. Como dice Serrat
Hoy puede ser un gran día.
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¡Gracias por leerme y hasta muy pronto!
por Claudine | 6 Mar, 2017 | Salud
Seguramente este post sea, hasta ahora, el más interesante y que recopile mayor información sobre alimentación y hábitos saludables. Basándome en una conferencia de Olga Cuevas (Dra. en bioquímica y especialista en nutrición y salud), transcribo aquí sus palabras, resumiendo una charla de más de 2 horas en la que, sobre todo, trata de aclarar los mitos y leyendas que hay en temas de alimentación, y las claves para una alimentación saludable. Si te interesa ver la charla completa la tienes aquí. Claro está que sobre estos temas hay detractores y defensores para todo, y que lo ideal es informarse, aplicar el sentido común, y extraer y adaptar cada uno lo que le interese en base a sus necesidades. No hay un único patrón para todo el mundo, pero sí que hay pautas a nivel general que conviene tener en cuenta. Así que, hoy estás de suerte porque en unos cuantos párrafos tendrás claves que te permitirán mantener y mejorar tu salud alimentándote de forma consciente para siempre. ¿Te apuntas?…pues ¡empezamos!
La alimentación es uno de los pilares de la salud, y una base importante para mantener nuestra energía vital. Como animales que somos deberíamos saber comer, pero vivimos en una era en que la nos bombardean de publicidad, muchas veces engañosa, y la industria alimentaria, usando sus mejores armas y su poder, es la que decide por nosotros arrastrándonos a diferentes tendencias dietéticas y modas en base a sus intereses.
Paso a enumerar una serie de preguntas, que te animo a que intentes responderte antes de saber la respuesta buena. A ver cuántas aciertas…
- ¿Hay que contar kilocalorías en la dieta?
- ¿Engordan las grasas?
- ¿Son malas las grasas saturadas?
- ¿Los productos light son mejores que los enteros?
- ¿Son malos los huevos si se tiene el colesterol alto?
- ¿Dónde hay más pesticidas, en la carne o en las hortalizas?
- ¿Tenemos que comer muchos cereales?
- ¿Tienen las legumbres proteínas completas?
- ¿Aumenta el azúcar el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular?
- ¿Son necesarios los lácteos para los huesos?
- ¿Es bueno el aceite de girasol para cocinar?
- ¿Es perjudicial la sal para los huesos?
- ¿Es más sano ser vegetariano que ser omnívoro, es decir, comer de todo?
- ¿Es bueno el vino para el corazón?
Para dar respuesta a todas estas cuestiones, Olga Cuevas se basa por un lado en la nutrición, y por otro lado en las medicinas tradicionales, especialmente en la medicina tradicional China, porque tiene una filosofía muy globalizadora y naturista.
La ciencia es algo muy cambiante. Pero también se relaciona sobre todo con la industria, que subvencionan estudios para vender más. Las primeras pirámides alimentarias tienen en la base los cereales. De eso se encargó el señor Kelloggs, que con una gran visión de marketing, se encargó de que todos los niños desayunaran leche con cereales (Corn flakes).

Esto hoy sabemos que es un gran error. Lo que dice la sociedad española de dietética y ciencias de la alimentación (SEDCA) es que la base sean vegetales y frutas, seguido de cereales (pero ya habla de cereales integrales) y por último, proteínas saludables.
Pero ahora entraremos en detalles…
Claves para una alimentación y unos hábitos saludables:
- Evitar los alimentos industrializados y los refinados (aceites, cereales, azúcar, etc.)
- Es mucho más importante el conjunto del alimento que lo que contiene, y también más importante el conjunto de la dieta que los alimentos por separado.
- Buscar alimentos de calidad.
- Una dieta donde abunden las hortalizas, y además los cereales integrales, las legumbres, las semillas, los frutos, frutos secos, carnes, pescados y huevos.
- Importante cocinar con cuidado (sobre todo sin someter a los alimentos a altas temperaturas).
- Priorizar los alimentos de la zona y de la temporada.
- No comer en exceso.
Hasta aquí, supongo que en el 90 por ciento de las recomendaciones estarás de acuerdo. Es información y consejos basados en el sentido común, pero que no está mal que nos refresquen de vez en cuando. Lo que viene a continuación dará respuesta a la lista de preguntas planteadas al principio. Como ya te dije al comenzar, para mí este post es de los más completos e interesantes que he escrito hasta ahora, y como el tema lo requería y merece la pena extenderse un poco en dar detalles, dejaré una parte para una próxima publicación para que no tengas que darte el atracón de leer tanto de una vez, que a veces, por muy interesante que sea, no tenemos el tiempo, perdemos la concentración, o lo que se suele decir, que lo mucho cansa y lo bueno si es breve, dos veces bueno 😉 Así que, concéntrate en lo que viene a continuación, y quédate con las ganas de más, que en mi próximo post lo completaré y lo cogerás con ganas e ilusión, te lo aseguro.
La Dra. Olga Cuevas responde:
Una dieta no tiene que basarse en kilocalorías. No hay que quitarse las grasas, sino que hay que saber las grasas que son buenas (que son las que están en alimentos de buena calidad) de las que no los son. Hay muchos estudios sobre dieta mediterránea y se ha visto que las dietas que tienen grasas saludables son buenas para la salud, por ejemplo, las de aceites buenos, frutos secos, pescados, etc. Incluso, estas grasas nos ayudan a mantener el peso. Por supuesto, consumidas con moderación. Hace que disminuya la grasa abdominal, aumenta la masa muscular, disminuye la inflamación sistémica, hace que tengamos mayor sensibilidad a la insulina, y nos protege de muchas enfermedades.

Las grasas saturadas están demonizadas, pero no son malas para nuestra salud cardiovascular (en los últimos estudios de 2010 no hay evidencia significativa). Estas grasas son muy resistentes a los radicales libres (oxidaciones). Por ejemplo, la grasa de coco virgen (es decir, no refinada) aumenta la termogénesis y es antiinflamatoria. La carne, si es de calidad, no es mala. Comiendo carne de pasto podemos absorber omega 3. Pero a pesar de que esta carne no es mala, si sustituyes esta grasa por la de pescados, frutos secos y aceites no refinados, es mejor. Pero si sustituyo las grasas saturadas por arroz blanco, pasta y pan (aunque no tienen grasas), voy a peor. El error es sustituir las grasas por hidratos de carbono.
En cuanto a los productos light: no tiene ningún sentido tomar estos productos. Les quitan las grasas y les añaden azúcares y sal.

Cuidado también con otro tipo de grasas, las grasas TRANS, que no están en las etiquetas de los productos y se generan durante el procesamiento industrial. Están presentes hasta en unas inocentes patatas de bolsa, en la bollería industrial, hamburgesas, etc. Las margarinas también son fatales porque son hidrogenadas y en ese proceso se producen grasas trans. Lo mismo pasa en los aceites refinados, que en el proceso de refinado a altas temperaturas se producen estas grasas trans. Ejemplos: el aceite de girasol, frituras de freidurías, embutidos industrializados llenos de conservantes y grasas perjudiciales para nuestra salud.
El colesterol: Los huevos son el alimento que más colesterol tiene. Pero hay que aclarar que la mayor parte del colesterol que tenemos en nuestra sangre lo produce nuestro organismo, el hígado. Pensar que consumir muchos huevos puede elevarte el colesterol es absurdo y no se sostiene. De ser así no habría vegetarianos con el colesterol alto, por ejemplo. Además, nuestro hígado hace de regulador, y si lo ingiero mucho voy a fabricar menos. Por otro lado, desde los últimos estudios de 2013 se ha visto que los huevos no aumentan ni el colesterol, ni el riesgo cardiovascular. Aplicando una de las pautas/recomendaciones antes citadas, los huevos son saludables si son de buena calidad. Y como ya hemos hablado, la mejor manera de cocinarlo es pasado por agua porque no sufre altas temperaturas, o a la plancha. La idea es que quede la yema cruda.

Los azúcares: Para mí merecerían una publicación aparte, ya que es nuestro enemigo número uno. En boca de la Dra. Cuevas son la primera bestia negra. ¡Y mira que es blanco! Sí engordan y sí aumentan e riesgo de enfermedades. Se abusa de ello en la creencia e ignorancia de que no es tan malo. Aumenta el riesgo cardiovascular, el riesgo de obesidad, de cáncer, aumenta los niveles de estrógenos, el riesgo de osteoporosis, disminuye nuestras defensas (nos hace más propensos a tener infecciones), producen una alteración del sistema nervioso, produce dependencia. Las bebidas refrescantes son las que más azúcares tienen. Las consecuencias en jóvenes son, entre otras, alteraciones en comportamientos, de repente agresivos, de repente deprimidos, fluctuaciones brutales de los niveles de glucosa en la sangre, etc.
Hay azúcar “escondido” en muchos productos que ni sabemos. Por ejemplo, en muchos productos salados. Si sumas muchos productos tipo arroz blanco, pan blanco, bollería, pasta blanca, dulces, cocacolas, etc., se produce un aumento de la carga glucémica en la sangre. Lo ideal es buscar como endulzantes la fruta, las uvas pasas, los dátiles, la miel, o el azúcar integral pero con moderación porque tiene el índice glucémico alto. Otra alternativa natural sería la estevia.
Los lácteos: No son necesarios para los huesos. Esta idea se la debemos a la publicidad de la industria alimentaria. La mayor parte de los lácteos son industrializados, pero aunque fueran de mejor calidad, no son necesarios. El hombre viene tomando lácteos desde hace sólo diez mil años. En cuanto al calcio, está en muchos alimentos, y si la vaca puede tener leche con calcio es porque se alimenta de hierba que crece en la tierra. Si consumimos hortalizas tenemos el calcio necesario. La misma cantidad de calcio de un vaso de leche está por ejemplo en una cuacharada de semillas de sésamo, en 15 gramos de algas, en un plato de crucíferas, como col, coliflor, brócoli, etc., o en 4 puñados de almendras. Por otro lado, el calcio de la leche se absorbe un 32,1%, mientras que el de las crucíferas el doble. Y se absorbe mejor el calcio de los vegetales que de los animales. Importante tener en cuenta que el exceso de sal en la dieta elimina calcio en la orina. También se deben evitar los azúcares porque reducen la densidad ósea y aumentan el riesgo de fractura.
Lo dicho, los lácteos no son necesarios para nada. Están relacionados con la mucosidad en los niños, con el asma, con la diabetes infantil, con problemas de piel (como la dermatitis) y con problemas articulares. Aunque lo que se suele creer es que los lácteos son malos por la lactosa, no es así, es por la proteína láctea, que no se elimina cuando se fermenta. Se van sumando cuando vas consumiendo lácteos y aumenta la IGF1: cáncer, diabetes, acné, alergias, enfermedades autoinmunes, obesidad, enfermedades cardiovasculares, y enfermedades neurodegenerativas.
Si se consume, mejor que sea de cabra o de oveja porque tiene un tipo de proteína que se asemeja más a la humana, aunque todas tengan el nombre de caseínas. El lácteo, mejor que sea fermentado, tipo yogur, kefir o queso no muy curado. Y mejor ecológico.
Esto es todo por el momento. No te pierdas el próximo post donde terminaré de detallar algunas recomendaciones más de alimentación y hábitos saludables, y además:
- Las legumbres
- ¿Dónde hay más pesticidas?
- El aceite de girasol
- La sal
- Los cereales
- ¿Es más sano ser vegetariano?
Espero que te haya servido lo que has leído hasta ahora, y que intentes ponerlo en práctica. No te olvides: Somos lo que comemos, mejor dicho, lo que absorbemos.
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¡Hasta pronto!