Se dice del azúcar que es el veneno de nuestro siglo. Debilita el sistema inmunológico. Es el gran responsable de la obesidad, más incluso que las grasas, y de muchas otras patologías y enfermedades relacionadas con daños cerebrales, diabetes y hasta cáncer.
Hay azúcar en todas partes, y escondido en productos que ni imaginamos, tanto dulces como salados. Hay que hacerse un máster para aprender a leer las etiquetas de los productos porque te la cuelan en cuanto te descuidas. Una forma habitual de camuflar o esconder el azúcar y hacerte creer que es un producto saludable de esos que pone “sin azúcar añadido”, light, o 0% azúcar, es nombrarlo con otras palabrejas menos conocidas pero que son igualmente azúcar e incluso peor que el común (sacarosa). Ejemplos: jarabe de maíz, jarabe de arroz, maltosa, dextrosa, glucosa, néctar de agave, maltitol, sorbitol, maltodextrina, etc.
El azúcar actúa como un opiáceo en el cerebro. Somos adictos al azúcar.
La industria alimentaria es la más interesada en que estemos enganchados al azúcar, lo incluyen en todos los productos haciéndonos fieles a ellos, y lo último que les importa es nuestra salud. Y como nos enganchan desde niños, luego es muy difícil llevar una dieta adecuada. La OMS recomienda no superar los 25 gramos de azúcar al día. Es muy fácil superar esa cantidad contando con el azúcar escondido que consumimos sin darnos cuenta. Así que lo ideal es aprender a leer las etiquetas, eliminar los productos ultraprocesados, y llevar una dieta saludable en la que predominen verduras y frutas de temporada.
Edulcorantes artificiales y sustitutos del azúcar:
Los edulcorantes artificiales no tienen calorías y no aportan ningún nutriente. Los más conocidos son el aspartamo, la sacarina y la sucralosa; la stevia es llamada edulcorante nuevo, y el xilitol o azúcar de abedul es un alcohol de azúcar y sí tiene calorías, pero menos que el azúcar (su IG es de 7).
Hay mucha controversia en cuanto al consumo de este tipo de sustitutos del azúcar. Yo, más allá de meterme en polémicas u opinar si son buenos o malos, te diría que lo ideal es consumir lo menos posible cualquier azúcar añadido y aprovechar el natural propio de alimentos como las frutas y algunas verduras y hortalizas que poseen carbohidratos (o sea, azúcares) como cebollas, zanahorias o tomates.
Mejores opciones:
Yo suelo consumir para mis recetas de repostería azúcar de panela, que es puro, sin refinar y contiene todos los nutrientes presentes en el jugo de caña de azúcar. A veces utilizo también el azúcar de abedul por su bajo índice glucémico. Y si necesito endulzante líquido recurro al sirope de agave, pero ¡cuidado! que normalmente lo comercializan muy refinado y llega a ser 100% fructosa. Casi siempre es mejor asegurarte en tiendas especializadas eco, o herbolarios. Otra buena opción de endulzante líquido es el sirope de arce, elaborado a partir de la savia del arce. Contiene nutrientes y no tiene grasas.
No puedo terminar este post sin nombrar a Antonio R. Estrada, creador de un gran proyecto cuyo objetivo es concienciar sobre nuestra alimentación, a través de una historia muy curiosa y divertida: fotografiar productos junto a la cantidad de azúcar que posee en terrones. Se llama sinazucar.org y puedes seguirlo también en twitter, instagram y facebook. Te aseguro que te hará pensar un poquito y hacer importantes descubrimientos acerca del azúcar que consumimos.
Recuerda que puedes seguirme también en Facebook, Twitter, Instagram o canal de Youtube. Ah, y que si todavía no tienes mi libro Cocina saludable: adelgaza y disfruta comiendo, está en Amazon aquí.
Se nota que los postres son mi debilidad. Si, lo reconozco, y para poder permitirme el capricho de vez en cuando, procuro hacerme postres utilizando ingredientes saludables y evitando todo lo que pueda lo refinado, procesado y el azúcar.
Me declaro fan y adicta a los postres crudiveganos, que aunque son calóricos, están compuestos por ingredientes saludables, son sin gluten, sin lácteos y sin huevos, la mezcla de sabores es impresionante y la elaboración es facilísima. Varias recetas las tienes en anteriores publicaciones:
La receta de hoy es la que más hago. Es la más simple y con menos ingredientes:
Pastel de almendra y caramelo con capa de chocolate:
Base: 290 g (2 tazas) de almendras crudas, y 263 g (1 1/2 tazas) de dátiles sin hueso
Capa de caramelo: 175 g (1 taza) de dátiles sin hueso, 15 ml (1 C) de aceite de coco derretido, 60 ml (1/4 de taza) de agua, 1 pizca de sal marina.
Capa de chocolate: 30 ml (2 C) de aceite de coco derretido, 30 g (1/4 de taza) de cacao crudo en polvo, 50 g (2 1/2 C) de jarabe de arce u otro sirope.
Para la base se trituran las almendras hasta obtener una harina, seguido se añaden los dátiles y se tritura todo. Se extiende y presiona la mezcla en un molde (de unos 23 cm) forrado de papel vegetal. Se refrigera.
Para elaborar la capa de caramelo se trituran todos los ingredientes juntos. Se extiende la mezcla sobre la base. Luego se hace lo mismo con los ingredientes del chocolate y se extiende la mezcla sobre la capa de caramelo. Se refrigera toda la noche para que adquiera consistencia. ¡Aguanta, que te merecerá la pena! mmm.
El romanescu es una variedad verde de coliflor italiana, que son las más antiguas. Es un híbrido entre el brécol y la coliflor. Es una fuente de fibra, vitamina C, provitamina A, ácido fólico, potasio, fósforo y caratenoides entre otros y más digestiva que las coles y coliflores.
Hoy te traigo una receta muy sencilla que te encantará y repetirás muchas veces. Aprovéchate de sus beneficios, y cómo no, de su delicioso sabor.
No es la primera vez que te traigo una receta con legumbres cocinadas de forma muy poco tradicional. ¿Recuerdas la receta de hamburguesas de garbanzos? La tienes aquí. Lo mejor de la cocina es echarle imaginación y creatividad, y buenos ingredientes, claro 😉 Las legumbres pueden darte cantidad de recetas variadas (en ensaladas, purés, hamburguesas, albóndigas, croquetas, utilizar los brotes, etc.), y es una forma de incluirlas en tu dieta más a menudo y no cansarte.
Te resumo el aporte y beneficios de los dos ingredientes principales de la receta de hoy:
Las alubias rojas son uno de los mejores antioxidantes que existen. Gracias a su piel, además, reducen la inflamación y aceleran el tránsito intestinal. Son ricas en calcio, cobre, hierro, manganeso, fósforo, magnesio, cinc, vitaminas del grupo B, gran fuente de fibra y de proteínas bajas en grasa. Seguro que ya te he convencido para que te lances a consumirlas de forma habitual.
La quinoa tiene mayor contenido nutricional y vitamínico que los demás cereales. Es una fuente de hidratos de carbono excelente, muy alta en proteínas. Es un pseudocereal que contiene todos los aminoácidos esenciales. Alta composición de grasas omega 3 y 6. Alto aporte en fibra (15 g por cada 100 g), y tiene un bajo índice glucémico. Entre sus propiedades más características es antioxidante, protege al corazón, y mejora el metabolismo energético. Importante su acción antiinflamatoria. La quinoa roja tiene mayor contenido de fibra, carbohidratos y aminoácidos que la blanca.
Receta de croquetas:
Ingredientes: 400 g de alubias rojas, 100 g de quinoa cocida, 1 cebolla, 2 zanahorias, champiñones, 2 C de harina (yo usé de garbanzos), pan rallado sin gluten, sal, pimienta, perejil y orégano.
Se sofríen la cebolla, las zanahorias y los champiñones. Por otro lado, se machacan las alubias con un tenedor y se mezclan con la quinoa. Se añaden la harina y las especias, y por último el sofrito. Con las manos humedecidas se van cogiendo porciones para hacer la forma de croquetas y se rebozan en el pan rallado. Y ya estarían listas para freír en una sartén a fuego lento y con poco aceite. También se podrían hornear en su versión más saludable.
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