por Claudine | 3 Nov, 2017 | Salud, Vida
A raíz de compartir mi experiencia personal sobre la fibromialgia, me van llegando historias de otras personas que, al igual que yo, tienen ganas de gritar al mundo lo que les pasa, de sacar a la luz esta “enfermedad silenciosa” tan incomprendida y que hasta a los médicos más avanzados les mantiene impotentes sin saber cómo ayudar.
En la asociación de celiacos y sensibles al gluten de Madrid, conocí a Marga Ochoa, también paciente del Dr. Carlos Isasi. Nos intercambiamos teléfonos y enseguida nos pusimos en contacto para ayudarnos y apoyar la causa. En ello estamos. Hoy te traigo su historia, la historia de una mujer valiente, fuerte y optimista. No dejes de leerla y, sobre todo, compartirla con los demás, porque nunca sabes a quien puede llegar y la ayuda que brindas al hacerlo. Gracias Marga por ser tan generosa. Esta es su historia:
marga-ochoa-historia-personal
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Gracias por leernos 😉
por Claudine | 26 Oct, 2017 | Salud, Vida
Cuando me encuentro con información interesante, no puedo evitar compartirlo. Llevo dos años pendiente de mi salud y en mi empeño de encontrar soluciones y una vida mejor, no he dejado de leer, ver documentales, conferencias, etc. La información no te cura, pero te da más pistas sobre las herramientas que tienes y te ayuda a tomar mejores decisiones, y con ello, a hacer todo lo que está de tu mano para mejorar tu vida.
Montse y José son dos ejemplos de superación, que han hecho de la necesidad una virtud, y que nos regalan su aprendizaje para ayudar a que tú también puedas conseguir una vida saludable. Aunque no tengas una enfermedad autoinmune ni de ningún otro tipo, te animo a que te tomes un ratito de tu tiempo para escucharlos, porque sus consejos son vitales para tener una buena salud tanto física como mental, y que repercutirá en tu vida en todos los sentidos.
https://youtu.be/N1-4S0G-w7o
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¡Feliz día!
por Claudine | 20 Oct, 2017 | Salud
Hoy, 19 de octubre de 2017, un día frío de sol y nubes y algo de lluvia que nos ha recordado que estamos en otoño. Hoy, que abrí los ojos y la primera señal de que estaba viva fue mi rutinario dolor de cabeza y el sonido de mis tripas quejándose por no sé qué, y me levanté como tantas veces rígida, contracturada y dolorida, con un cansancio como si acabara de correr una maratón. Hoy, que a pesar de todo, como cada mañana desde hace meses, los primeros minutos del día los dedico a meditar. Pues hoy no pude contener las lágrimas, y el llanto no me permitía coger aire y consolarme con la respiración. Podía más mi tristeza, la impotencia, el cansancio, la debilidad… y así de forma intermitente, y afortunadamente con periodos de descanso, unas veces más largos que otros, pero así vivo desde hace 2 años. Y hoy quiero contarlo, desahogarme, dar voz a quien se sienta identificado y que mis palabras también puedan servir de ayuda.
Padezco de fatiga crónica, síndrome de intestino permeable, y mi sistema inmune está debilitado y lucha contra mí. Me duelen todas las articulaciones y en general tengo contracturas y rigidez en todo el cuerpo. Son características propias de lo que hasta ahora se conoce como fibromialgia. Se sabe muy poco sobre esta enfermedad, considerada todavía hoy por algunos profesionales de la salud como un síndrome, con un componente emocional que tiene mucho peso en la enfermedad, y que para diagnosticarla tienen sobre todo como referencia 18 puntos gatillo (puntos de dolor en diferentes zonas del cuerpo). Pero la realidad es que todavía queda mucho camino por descubrir, y que somos muchos los que vivimos pendientes de nuestra salud, probando medicamentos y otras terapias naturales, y aprendiendo a llevarlo todo con una sonrisa siempre que se pueda, para que la tristeza no pueda contigo.
Leí una vez que era una enfermedad muy silenciosa. Así es. Aparentemente la mayoría de las veces parece que no te pasa nada. Puedes levantarte fatal y sin apenas movilidad y en unas horas se suavizan los síntomas, coges fuerza, te maquillas, te arreglas y te preparas para recibir piropos y que te digan el buen aspecto que tienes. Si se te ocurre decir que estás mal, te miran incrédulos y seguramente la mayoría creerán que te lo inventas, con lo cual la impotencia se eleva a su grado máximo. Es difícil saber qué hacer para mejorar, aparte, por supuesto, de cuidarte todo lo que puedas. Y tampoco se sabe por qué se empeora. Esa es una de las cosas que te vuelven loca. No consigo relacionar ningún síntoma con nada concreto. A lo mejor un día haces ejercicio y estás mal y otro día con el mismo ejercicio estás bien. El reposo tampoco sirve. Aunque es verdad que estar mucho tiempo sentada o tumbada siempre hace que el cuerpo se contracture más. Así que muchas veces no sabes qué hacer, porque si te mueves te agotas y si descansas te levantas peor. Por la noche aparentemente duermo, pero soy consciente del dolor en muchos momentos, no hay ninguna postura suficientemente cómoda para descansar, y el sueño no es reparador. Además, he llegado a normalizar el dolor y a perder la medida. Convivo con ello y lo raro es cuando me siento bien.
He estado más de la mitad de mi vida dedicada a la danza, en concreto al flamenco. Cuando hace un par de años empecé con dolores aquí y allá, entonces sí lo relacionaba con mi profesión y con el estrés que llevaba. Todo lo justificaba con eso, sin saber que eran señales que me anunciaban ya lo inevitable. Empezamos echando la culpa al intestino, y no en vano, ya que gran parte de las enfermedades, sobre todo de naturaleza autoinmune y las inflamatorias, tienen origen en el intestino. También esto tenía sentido, ya que por mi constitución y debido a que siempre hice mucho ejercicio, me permitía comer mucho, y de todo, sin importarme cantidad ni calidad. Me sentaba bien, o eso creía, y “como no engordaba…”. Maltraté mi intestino durante muchos años. Ahí pude comprobar el aguante que tiene el cuerpo, y también lo poco que lo escuchamos. Somos una maquinaria perfecta y al igual que a un coche se le enciende una luz roja para avisarte de que algo falla, a nosotros nos saltan alarmas continuamente que no hacemos caso o no damos importancia. Y al final, todo pasa factura, antes o después.
Estuve muchos meses tratando de regenerar mi flora intestinal, combatiendo hongos y parásitos que me causaban problemas, y empecé a aprender a cocinar al tiempo que me interesaba por la alimentación saludable. Saqué de mi dieta los productos procesados, las harinas refinadas, el azúcar y la leche. Un poco más adelante, por prescripción médica, dejé el gluten por completo y los lácteos. Fue el Dr. Carlos Isasi, reumatólogo del hospital Puerta de Hierro de Madrid, el que me trató desde el pasado mes de abril, gracias a la intermediación del médico internista Dr. Miguel Yebra, al que respeto y admiro (y al siempre cómplice Dr. Antolín López-Viña). “Yo estoy aquí para lo que necesites, pero tu caso lo va a saber llevar el Dr. Isasi” – me dijo Yebra con sinceridad. Y es que no es un reumatólogo tradicional; es un tipo especial y que se sale de los cánones establecidos en pro de sus creencias. Es él quien ha puesto nombre a un problema ligado a las enfermedades autoinmunes: Sensibilidad al gluten no celíaca, basándose en estudios que lleva haciendo más de 10 años.
Después de año y medio y una peregrinación de consultas médicas, aprendí y supe que tenía que dejar buscar porqués, de buscar un origen único, un nombre, un culpable. Eso no significa, como llegaron a decirme, que no me pasa nada, que estoy bien o que es psicológico. Pero ¡cómo no me va a pasar nada! si he llegado a entrar a las consultas casi sin aire, sin habla, coja, y hasta en silla de ruedas. Y se nota cuando alguien es victimista, se inventa las cosas o a lo mejor solo quiere llamar la atención. Desde luego ese no es mi caso.
Pero las enfermedades se tratan desde un punto de vista holístico. Y no hay que olvidarse de la parte emocional, además de la orgánica, y contemplar todos los factores que pueden estar influyendo para que el organismo no funcione con normalidad. Otra práctica que incluí en mi nueva vida saludable fue el mindfulness (atención plena en el momento presente y sin juicios). Empecé con meditaciones cortas y poco a poco he ido ampliando e intentando mantener este estilo de vida en muchos momentos del día. Es una forma de aprender a manejar las emociones y a mantener la calma. Además hago yoga. Hasta eso lo hago con dolor y sufro por no poder estar mínimamente bien para disfrutar de los beneficios y concentrarme. Con esto quiero transmitir lo difícil que es manejar una situación así, porque a pesar de poner todo de tu parte, de dedicarte en cuerpo y alma (nunca mejor dicho) a tu salud, ves que a la mínima se tambalea y que te quedas sin herramientas.
Por suerte, soy optimista inconformista, las dos cosas juntas, y eso hace que siempre piense que todo tiene solución. Hasta donde sé, no solo me toca aceptar, que me parece bien y además creo que la aceptación ayuda en cualquier situación de la vida, sino que además me dicen que tengo que resignarme a vivir con una enfermedad que es crónica. Y eso es como ponerme banderillas. Por algo soy tauro 😉 Basta que me digan por ahí ni lo intentes, para que vaya de cabeza y piense que YO SÍ VOY A PODER. Y en esas estoy. Días como hoy el mundo se me viene encima y pienso en resignarme, pero cuando cojo fuerzas, vuelvo a la carga a pensar qué más soluciones puedo encontrar.
Me encanta compartir experiencias, y pienso que es una buena forma de ayudarnos. Por eso he pensado que esta publicación además de que pueda servir para que muchas personas ajenas a estos problemas entiendan y sean más capaces de empatizar con los afectados, otras muchas puedan dar su opinión, contar su propia experiencia personal o incluso aportar información de interés. Hoy te pido que no te conformes con dar al like sin más, sino que lo compartas en tus redes para que más personas lo vean y pueda llegar a otros enfermos. Comenta si te apetece, porque granito a granito vamos sumando y colaborando para conseguir entre todos una vida feliz. ¿Me concedes ese deseo?
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Gracias de corazón 🙂
por Claudine | 27 Sep, 2017 | Salud
La espinaca está compuesta mayormente por agua. La cantidad de grasas e hidratos de carbono es muy baja pero es uno de los vegetales que más proteínas contiene. Es rica en fibras, especialmente los tallos, y es una excelente fuente natural de vitaminas y minerales (destacan el calcio, hierro, potasio, magnesio, manganeso y fósforo).
Es rica en vitamina A, C, E, K, vitaminas del grupo B ( B6, B2, B1) y ácido fólico (B9).
Contiene sustancias antioxidantes, y es una buena fuente de ácidos grasos Omega-3.
La espinaca es una excelente fuente de hierro y promueve el transporte y depósito de oxígeno en los tejidos. Aumenta la fuerza muscular, ayuda a bajar de peso, favorece el tránsito intestinal, promueve la energía y vitalidad, ayuda a prevenir enfermedades, beneficia a mujeres embarazadas y niños, mejora la visión, y mantiene la presión arterial balanceada.
Si fuiste fan de Popeye y sabiendo todas estas bondades sobre las espinacas, no me digas que no merece la pena pegarse un homenaje. Para los que no son tan amantes de esta verdura, o como truco para niños, en esta receta camuflada con el huevo en el rollo apenas se nota, y la mezcla en conjunto está muy buena.
Rollo de espinacas:
Ingredientes: 250 g de espinacas, 1/2 cebolla, 4 huevos, 6 cucharadas de aceite, romero, nuez moscada, sal y pimienta. Para el relleno: jamón y queso (o si puedes sustituirlo por un queso vegano o cualquier crema vegetal de untar, mucho mejor).
Se rehoga la cebolla en el aceite y se añaden las espinacas cocidas. Se mezclan las yemas con el romero, la nuez moscada, la sal y la pimienta. Se baten las claras a punto de nieve y se mezclan con las yemas.
Añadir el sofrito de espinacas.
En una bandeja con papel vegetal se extiende la mezcla y se hornea 10 minutos a 190º. Después se vuelca sobre un paño húmedo. Por encima se extiende el queso o crema, una cama de jamón, y duplica las capas si quieres.
Se enrolla, se envuelve en papel film, y se deja cuajar en la nevera. No te lances antes que te conozco 😉
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por Claudine | 25 Sep, 2017 | Salud
El colesterol se ha convertido en negocio y engaño de las farmacéuticas y de las
empresas alimenticias. Son ellas las que deciden qué producto debemos comprar prometiéndonos que es el mejor para nuestra salud, mientras se enriquecen a nuestra costa y a nosotros, por el contrario, nos vacían los bolsillos y nos enferman. Respecto al colesterol, nos dan medicamentos para bajarlo, o en su defecto, el “Danacol” de turno que mantiene el colesterol a raya. Pero ¿qué mentira se esconde detrás de todo esto?
Hay dos tipos de colesterol, el endógeno que fabrica el cuerpo y el exógeno que tomamos a través de la alimentación. Si producimos mucho no hace falta ingerir mucho y viceversa. El colesterol está presente en todas las células del cuerpo, y sin colesterol no hay vida. El 75% del cerebro es grasa, del que 25% es colesterol. Los médicos de cabecera siempre aconsejan bajar el colesterol. Esto es un error. Además en la mayoría de los casos no tienen el dato real del paciente porque los análisis solo miden el colesterol en el plasma sanguíneo, que sería solamente el 8%. El 10% del colesterol se produce en el hígado.
Del colesterol que tomamos en la alimentación asimilamos lo que el cuerpo necesita. Lo que no, lo expulsamos a través de las sales biliares en la defecación. Y no existe una relación directa entre el colesterol ingerido y el colesterol en la sangre.

¡Cuántas veces nos habrán dicho lo peligroso que es comer más de 3 huevos a la semana! Falso mito.
Dicho esto, el colesterol alto por sí solo no es un factor de riesgo cardiovascular. Lo sería tener predisposición genética, fumar, tener el HDL(colesterol bueno) bajo, etc. Un dato curioso es que el 75% de los infartos tienen su colesterol por debajo del máximo.
Las estatinas son un negocio de las farmacéuticas. Inhiben la producción de colesterol y son antiinflamatorios naturales. En la mayoría de los casos es innecesaria, pero claro, da dinero y es lo que importa. Y la industria alimentaria no se queda atrás y saca su “medicamento” que son los esteroles. Estos inhiben la absorción del colesterol. Añaden fitoesteroles al yogur, salsas, sopas, etc. Pero la cantidad es mínima en el caso de que quisiéramos beneficiarnos de este efecto, que para colmo es negativo porque los esteroles inhiben la absorción de vitamina A.
¿Entonces?… Vivimos equivocados y engañados temerosos del colesterol que tanto se ha demonizado, y sin saber que no nos mata el colesterol sino la inflamación, y el principal causante es… ¡tacháaan!…
El azúcar. Otro gran negocio de la industria alimentaria.
Comemos más azúcar de la cuenta. En España en 2.003 se dijo que estábamos moderando el consumo de azúcar, pero es falso. Del 75% del azúcar que consumimos no somos conscientes.Casi todos los productos tienen azúcar. Hasta en los productos que indican sin azúcar añadido, tienen azúcar en su listado de ingredientes.
El azúcar es un producto altamente procesado. El azúcar moreno no es más inofensivo, es azúcar blanca con melaza, que como curiosidad te diré que la melaza se usa para engordar el ganado.
El azúcar genera endorfinas en el cerebro. Nos hace sentir bien. Muchas veces me he preguntado porqué me gusta tanto el susi. En 1 kg de arroz de susi hay medio kg de azúcar. Ahora ya lo sé 😉
La sacarosa es una molécula compuesta por glucosa y fructosa. Nuestro cuerpo utiliza la glucosa como energía, la absorbe de manera inmediata. La fructosa se metaboliza más lentamente en el hígado. Así que del azúcar de la fruta tampoco hay que abusar, al menos si tu intención es perder peso.
¿Por qué poner azúcar en todo, además del efecto opiáceo que nos empuja a consumir más y más favoreciendo a la industria alimentaria? Pues también sirve como conservante, así que aunque en muchos productos ponga sin conservantes, ya ves que es mentira, llevan azúcar. También tiene un componente estructural, le da una textura a la bollería incomparable.
Problemas de salud asociados al azúcar:
Inflamación crónica.
Suprimir el sistema inmunológico, con las consecuentes infecciones y enfermedades asociadas que ello conlleva
Envejecimiento prematuro
Cáncer del pecho, de los ovarios, de la próstata, y del recto
Menor absorción de calcio y de magnesio
Hígado graso
Diabetes
Fatiga
Disminución de energía y capacidad de construir músculo
Enfermedades cardíacas
Enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa
Osteoporosis
Infecciones por hongos o candidiasis
Depresión
Enfermedades dentales y de las encías, etc.
Por último, no quería dejar de señalar la importancia de
la educación a los niños. Enseñarles a leer etiquetas, que sepan lo que comen, y predicar con el ejemplo. Ellos harán lo que vean. Debemos ayudarles a crear
hábitos saludables. Que los niños se contagien de los mayores y viceversa, es una buena forma para que
toda la familia esté motivada y
en el mismo barco. Se puede probar a hacer diferentes recetas de verduras que sean atractivas y sabrosas, y tanto de fruta como de verdura ir incorporando nuevos sabores poco a poco.

El primer día puede que rechace el kiwi, el brócoli o el pimiento, pero insistiendo y mezclándoselo con otros sabores que le guste más, acaba por caer en las redes de la dieta vegetariana. Y un día de fiesta, se le premia con una “chuche”. No es tan difícil como parece, y sí es más importante de lo que creemos.
Somos lo que comemos, lo que absorbemos, y debemos esforzarnos por estar informados, por educarnos, y no dejarnos llevar por los intereses de otros. Nadie velará por tu salud si no lo haces tú. A mí me tocó ponerme las pilas cuando no me quedó más remedio, y es verdad que nunca es tarde. Pero no esperes a que salten las alarmas. Como dice Serrat
Hoy puede ser un gran día.
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¡Gracias por leerme y hasta muy pronto!