El dolor vino a pararme. Así titulo mi propio testimonio y lo cuento en Tu vida sin dolor, una guía para pacientes con dolor, familiares y cuidadores, que dan información, difusión y ofrecen ayuda desde hace 4 años.
Una de las iniciativas que llevan a cabo se llama #pacientesquecuentan; Cuando descubrí de qué se trataba no dudé en colaborar, porque creo que si algo está en nuestra mano es contar lo que nos pasa y dar a conocer una enfermedad, la fibromialgia, que ya afecta a más de 3 millones de personas en España.
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El precio de suscripción es de 60€/año. Pero yo se lo regalo a todos los suscriptores de mi blog www.claudineibarra.com, así que si todavía no te has suscrito, puedes hacerlo pinchando aquí
Es la primera app del método Crear Salud que te ayudará a iniciar un cambio de hábitos para mejorar tu bienestar aprendiendo, mediante el mindfulness y la psicología positiva, a:
Aceptar las situaciones de la vida
Ser flexible ante los cambios
Compartir el dolor de los demás
Tener confianza
Mejorar tus relaciones
Encontrar tu propósito
Ganar precisión
Ser amable
La app es muy sencilla de usar. Vas viendo tu progreso, tienes sesiones con diferentes temas y objetivos, y te propone ejercicios tan simples como hacer una pausa en medio de tus actividades diarias y hacer dos o tres respiraciones profundas.
Si nunca has practicado meditación puede que te parezca algo propio de monjes budistas, de gente rara y que a ti no te hace falta. Pero si pruebas, te sorprenderás, notarás los beneficios a corto plazo y pensarás, como yo en su día, que – ¿por qué no lo habré descubierto antes? Hazme caso. No pierdes nada porque yo te lo regalo, al contrario, tienes mucho que ganar, te lo aseguro.
¿Es posible quelo que comemos pueda tener un impacto en nuestra inteligencia, nuestra capacidad de analizar, de razonar, en la toma de decisiones, en nuestra capacidad de memorizar, en la capacidad de aprender cosas nuevas, y en el estado deánimo? Pues sí, la investigación reciente ya demuestra el increíble impacto que tiene.
Hoy se sabe que existe una relación directa entre la falta de concentración, la capacidad de análisis, la somnolencia, la pérdida de memoria, la capacidad para aprender, la ansiedad, la depresión, la irritabilidad, la fatiga y el insomnio, por no seguir una nutrición adecuada.
Equilibrio de la glucosa: El ser humano utiliza como carburante la glucosa. El cerebro tolera muy mal la subida brusca de glucosa con la consiguiente bajada brusca debido a la insulina. Y eso produce falta de concentración, pérdida de memoria e irritabilidad. El cerebro necesita un nivel constante de glucosa en la sangre. Esto se consigue con hidratos de carbono que vayan liberando el azúcar de forma progresiva (los carbohidratos complejos). Las proteínas cuando se añaden a los hidratos de carbono favorecen que esa glucosa se vaya liberando de forma más lenta.
Todo lo que es integral es superior desde el punto de vista de vida mental, a lo que es procesado. Por ejemplo, el arroz integral tiene fibra, vitaminas, minerales y almidón, pero el arroz blanco solo tiene almidón.
Los vegetales son las mejores fuentes de carburante para el cerebro, porque liberan el carburante de forma lenta y progresiva. Nos cuesta creer que son una fuente de azúcar porque no están dulces.Y también las frutas de bajo índice glicémico (las que son fructosa que poco a poco se convierte en glucosa): kiwis, naranjas, peras y manzanas. Pero además todos estos alimentos son ricos en B1, B3, B5, ácido fólico y magnesio. Lo ideal es tomar frutas y vegetales 5 veces al día.
¿Y qué pasa con la grasa? ¿es tan mala como creemos? ¿Hay que evitarla 100 por 100? Si a un cerebro humano le quitamos el agua que tiene, el 60% es grasa. ¿Entonces? Pues lo que tenemos que ver es qué tipo de grasa es buena. La carencia de ciertas grasas, no solo afecta a la inteligencia, sino también al estado de ánimo, trastorno de déficit de atención, depresión, fatiga, problemas de memoria y dificultad para el aprendizaje.
Hay varios tipos de grasas: saturadas, monoinsaturadas y colesterol, que las fabrica el cuerpo. Pero hay las llamadas poliinsaturadas que no las forma el cuerpo, hay que tomarlas a través de la alimentación. Otras como los fosfolípidos sí las fabrica el cuerpo pero con complejidad. Convendría añadir suplementos. Son muy abundantes en los huevos.
El cerebro de una neurona (el micro cerebro neuronal) es la membrana, y esta membrana está formada por grasa. Esto explica lo que influye la ingesta de grasas en nuestro estado mental, y también en el sistema nervioso, debido a la mielina que envuelve a los nervios.
Los ácidos grasos esenciales son los que hay que tomar de fuera porque no los fabrica el cuerpo. Son básicos para que se formen las prostraglandinas, que son unas hormonas que relajan los vasos sanguíneos, con lo cual, reducen la tensión arterial. Además reducen la inflamación cerebral. También potencian el sistema de defensa, y además regulan los neurotransmisores.
Se deben consumir omega 3 y omega 6; ¿Y dónde están esos omega 3 tan importantes para nuestra vida mental? Están en los arenques, las caballas, el atún y el salmón. También en los huevos y las nueces. Se deben tomar al menos 3 huevos a la semana (cuanto más fritos más te cargas los omega), y al menos una ración de pescado a la semana. También están estos ácidos grasos esenciales en las vísceras y en la lecitina (5.000 mg/día).
¿Por qué son tan importantes los aminoácidos? Porque son la base de los neurotransmisores del cerebro.
El triptófano es la base de la serotonina (hormona que genera un sentimiento de bienestar y felicidad). Pero también de la dopamina (hormona que se pone en marcha cuando tú quieres hacer algo, es lo que te empuja a la acción).
Los cinco nutrientes inteligentes: magnesio, hidratos de carbono (saludables como avena, cereales integrales, trigo sarraceno, legumbres, guisantes y aceite de oliva), fósforo, vitamina B6 y B12, y el zinc, constituyen la base de las enzimas. Sobre todo el manganeso y el zinc. ¿Dónde están sobre todo? En los granos, las semillas, los vegetales, las nueces, etc.
Es muy importante consumir ácido fólico, que está en los vegetales verdes. La que no está en los vegetales es la vitamina B12, pero está en los pescados, en los huevos, en la carne y en la leche.
La vitamina C también es muy importante en la transmisión nerviosa, y está en las frutas y en los vegetales.
La vitamina E es un antioxidante. De los mejores antioxidantes están las frutas de los bosques y el té.
Olvídate de las grasas trans (grasas hidrogenadas), no son buenas para el cerebro.
Y para terminar, cuidar el nivel de estrés con ejercicio físico, buenas conversaciones, humor, ejercicios de relajación,
porque el cortisol que se libera en el estrés, y el glutamato, que es un transmisor activador que se libera en el cerebro, tienen la capacidad de dañar neuronas.
Resumen:
Cuidando lo que comes, cuidas como piensas, cuidas como sientes, y también lo que eres.
Espero que esta información te sea de ayuda y te sirva para concienciarte de la gran importancia que tiene alimentarse bien, más allá de tener una buena forma física. No olvides seguirme también en Facebook, Twitter, Instagram o puedes suscribirte al canal de Youtube. Comenta, pregunta o hazme cualquier crítica, porque así crecemos juntos.
Hasta pronto y feliz comienzo de año con muuuucha salud 🙂 🥂
Inspirada en el Dr. Mario Alonso Puig, traslado en este vídeo sus ideas y conocimiento sobre cómo entrenar la mente para lograr ser feliz.
Igual que entrenamos el cuerpo, debemos entrenar la mente. Tal como pensamos, así actuamos y sentimos. La mente es nuestro gran aliado para el éxito personal y profesional.
Intenta comprometerte a poner en práctica los ejercicios que acompañan a cada uno de los secretos. Empieza por elegir los que te resulten más fáciles, y anímate a darle un buen carburante a tu mente 😉
Llevo una racha larga en la que los problemas de salud no me dan tregua. Parece que el cuerpo ha decidido no responder ni hacerme caso. Y no será por no hacer todo lo que está de mi mano… pero nada, está claro que tengo que tener más paciencia y confiar. Hay circunstancias que no puedo cambiar, pero lo que sí puedo hacer es colaborar con mi actitud y no dejarme vencer. Y esto es lo que quiero compartir hoy contigo por si te sirve para tus días grises.
Desde que descubrí el mindfulness (conjunto de prácticas que permiten entrenar a la mente para permanecer serenos, conectados al aquí y ahora), empecé a darme cuenta del estrés al que estaba sometida, y de los beneficios de parar.Todos los días medito, independientemente de dónde esté y la hora que sea. Lo hago nada más despertarme, casi siempre solo 10 ó 15 minutos con una locución guiada. El día que no lo hago al levantarme busco otro momento, aunque sean 5 minutos. Incluso a veces, simplemente con hacer unas cuantas respiraciones profundas me siento liberada. Y más allá de meditar, intento llevar un estilo de vida e incorporar el mindfulness en diferentes rutinas de mi día a día. Existen vídeos, libros, charlas, etc. que te enseñan y guían para poder practicarlo. Como a muchas personas que no lo conocen, a mí también me parecía una pérdida de tiempo, pero me alegro de haber descubierto lo contrario.
Una de las cosas que nos reprimimos de hacer muchas veces es llorar.No se trata de romper a llorar a la mínima por todo, ni que se convierta en tu refugio y te regodees en la pena. Pero llorar para desahogarse es sano, alivia, y a lo mejor solo eso te ayuda a descargar tensión acumulada, aunque no arregle el problema. Yo lo practico sin resistirme y funciona 😉
Una llamada o mensaje, tanto si te la hacen como si la haces tú. A veces no somos conscientes del bien que puede hacernos. Desconectarte del todo o apagar el móvil puede servir en algún momento que queramos descansar, pero hacerlo de forma radical para huir, para encerrarnos en nuestras angustias y desaparecer, suele agravar más todo.
Ponerte música en algunos momentos, o escuchar la radio en otros, te conecta con el mundo, te acompaña y en determinadas ocasiones te recuerda que estás VIVO.
También ver algún documental o conferencia de temas que te interesen es perfecto para entretenerte, aprender, incluso para sentirte realizad@, porque el conocimiento te da sabiduría y ésta a su vez te da seguridad. Yo lo hago siempre mientras cocino, que por cierto, se ha convertido en mi mayor afición y mi mejor terapia.
Cocinar es claramente desestresante. A través del arte de cocinar se pueden resolver y afrontar los problemas mientras se está pendiente de qué ingrediente utilizar o qué tipo de comida queremos hacer. Además te motiva a conseguir una meta con un fin último muy satisfactorio.
Para mí era algo inimaginable, y puedo asegurarte que nunca es tarde y que, ya sea por afición o por necesidad, siempre es positivo. Un día como hoy, llena de dolores y con el ánimo por los suelos, cocinar ha sido mi salvación. A veces me pasa que me pongo a hacer recetas y ya no sé parar. Cuando me doy cuenta de todo lo que he hecho me parece imposible, y lo mejor es que la mayoría del tiempo invertido me ha servido para evadirme del dolor, o al menos no estar solo enfocada en él.
Aprovecho a contarte mis recetas de hoy, las que me han salvado la vida, je, je. Como las tengo en anteriores publicaciones de mi blog o redes sociales, pincha si quieres en el link de cada una para aprender a hacerlas:
También hice una salsa barbacoa, que no pongo aquí puesto que hago diferentes recetas de aquí y de allá, y es un poco inventada. El resto de alimentos que hoy formaron parte de mis menús del día no tienen casi elaboración: huevos, ensalada, tomate, frutas… así que no me enrollo más.
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